¿Sabías que la vitamina E es soluble en grasa? Por ello algunos de los aceites usados para cocinar la poseen. Algunas opciones son el aceite de canola, de oliva y de almendras.
Sin embargo, también es una aliada de la salud, te vamos a contar lo que algunas investigaciones han descubierto sobre sus efectos benéficos:
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Reduce del 20 a 40% las probabilidades de sufrir problemas cardíacos, de acuerdo un estudio publicado por The New England Journal of Medicine, en el que se evaluaron a 87,245 mujeres entre los 34 y 59 años.
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Aliada para controlar la diabetes y sus efectos adversos, al reducir los niveles de glucosa en la sangre por sus propiedades antioxidantes, según un análisis realizado a más de 12 estudios publicados por Diabetology & Metabolic Syndrome.
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Retrasa la evolución del Alzheimer, probablemente lo logra por sus poderes antioxidantes que reducen el daño de los radicales libres sobre las neuronas del cerebro. Un estudio, publicado por SAGE Journals y efectuado entre personas de 65 años, por un lapso de cinco años, detectó que el grupo que consumió vitamina E mostró un menor deterioro cognitivo; cabe resaltar que dichos participantes también tomaron vitamina C.
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Juega un papel importante en la protección de ciertas partes del ojo, debido a su acción antioxidante. Se ha comprobado que disminuye el riesgo de desarrollar degeneración macular y cataratas, dos condiciones relacionadas con personas adultas.
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Protege la piel del estrés oxidativo causado por el humo del tabaco, la contaminación y los rayos UV emitidos por el sol. De hecho, algunos estudios han concluido que ofrece mejores resultados, cuando se ingiere la vitamina E, en lugar de ser aplicada vía tópica. Genera una apariencia radiante y reduce la irritación.